De las disputas interreligiosas al Cristo mesiánico

Capítulo del libro:

© Andreu Marfull Pujadas
© de esta edición: Ediciones de La Tempestad SL, 2020
Barcelona, mayo de 2020
ISBN 978 84 121768 1 0




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En base a la línea X-185, matizada por la variante judaica X-260, los hechos de la estigmatización y posterior expulsión judía de los territorios hispanos deben entenderse en el siglo diecisiete, junto a todas las disputas, o conflictos, que los judíos catalanes tuvieron que afrontar. La oficialidad ha desplazado estos eventos a los siglos trece, catorce y quince oficiales. A modo de recordatorio, la variante judaica X-260 se añade a la línea X-185 de modo que se identifican dos saltos de 185 años, que dan 370, y otro de 260 intermedio, que crea dos saltos supletorios de 110 y 75 años, respectivamente (110+75 = 185; 110+260 = 370).1
Los hechos principales quedan ordenados de este modo:

En esta era, los tártaros ocupan Occidente, y utilizan tribus vencidas. En el caso de Occitania provienen del oeste del mar Negro y trasladan allí el idioma romano, que dará lugar al romance o provenzal, la raíz del catalán. Luego, este idioma se convertirá en fuente de otras lenguas, y del latín. Esta hipótesis se sustenta por cuatro razones, al margen que la idea de la construcción moderna del latín ya la aporta la Nueva Cronología de Fomenko y Nosovskiy:

Oficialmente, Occitania es el punto de encuentro entre las expansiones árabe y cristiana en Occidente, en que el pueblo o comunidad judía aparece de un modo confuso, al venir sin un brazo militar y sacerdotal aliado asociado a un imperio o nación. Este inicio se comprende entre los siglos ocho y nueve después de Cristo. Extraoficialmente, allí se instauran unos poderes provenientes de Oriente, y con ellos la comunidad del pueblo judío, proveniente de Egipto, que se beneficia de un pacto o alianza que incluye la tolerancia religiosa y permite el desarrollo económico y el auge de la ciencia (el Arca con las Tablas de la Ley). Son los Exiliarcas de Babilonia. Acorde con esta reconstrucción, los Exiliarcas se asientan en Narbona, guiados por Musa Ibn Nusair (Musa significa Moisés, y era el caudillo general de los ejércitos de Egipto) para instaurar el orden del Sello de Salomón y la ley de Dios (el Arca), al que deben venerar y proteger de otros cultos o devociones. Inspirados por esta misión, los judíos adoptan de ella su identidad. Las equivalencias son múltiples, e incluso es en esta época que se sitúa en esas tierras a la María Magdalena provenzal, asimilándola a otro pacto: un matrimonio que representa una alianza para la gloria del cristianismo real. La alianza existió, fue liderada por Moisés y representó el nacimiento del pueblo de Israel, en Occitania. Y este matrimonio, (probablemente) fue propuesto por los príncipes Exiliarcas de Babilonia, judíos, en cuanto la Magdalena era una princesa de sangre imperial. Por esta razón, el judaísmo catalán está estrechamente vinculado al poder real.
De este modo, con la llegada de los judíos, que traen consigo el Arca, se establece un nuevo equilibrio y se crean los poderes en Aviñón. Las comunidades judías se asientan con los pre-catalanes desde Provenza hasta Tortosa, desde donde se expanden por otras latitudes. Nace la Orden del Templo de Salomón, que gobierna desde Tartaria, Grecia y Georgia hasta Occidente, toda Europa, con los pies en Anatolia y en Jerusalén. Antes, desde la India y el Tíbet se construye una escuela sacerdotal dirigida a los pueblos de todo el mundo conocido, con la que nace la tradición gnóstica de la toma de conciencia de la divinidad, bajo las figuras del Buda y el Cristo original, que encuentran en Egipto su equivalente en el Horus nacido de Osiris resucitado. Resultado de ello, aparece el catarismo en las mismas tierras occidentales. Al igual que los monjes budistas, los cátaros se dedican a predicar la paz y el camino de la luz de la conciencia suprema, a la par que a su alrededor aparecen los primeros monasterios. Y, tras esta gran fusión simbólica, se instala la Casa de Salomón en Etiopía, donde aparece con el poder del Preste Juan, que custodia el Arca de la Alianza. El Preste representa al poder del Gran Kan aliado con los keraítas (la raíz del pueblo judío) y los poderes imperiales originales, en su vocación espiritual, tras cinco grandes kanes guerreros, todos ellos familia de Gengis Kan y (dos de ellos) unidos con la tribu de los keraítas, cuyos sepulcros se pasan a honorar en el Valle del Jordán, tal como ha quedado escrito en el Libro de Ezequiel bíblico.

Con el paso del tiempo, tiene lugar una inevitable dispersión religiosa que acaba por pelearse para imponer los iconos que surgen con ella, en un pulso que se ha mantenido hasta la actualidad. Todos honoran al mismo Dios, pero han perdido su unidad a través del capital simbólico que han diseñado, inconscientemente, en los libros sagrados y en sus variedades icónicas.
En el caso del judaísmo, tras haber escrito y glorificado los hechos del pasado con la Torá, bajo el ideal salomónico de las Tablas de la Ley, se escriben numerosos libros que empiezan a debatirse y con ellos aparecen el Mishná, el Talmud y la Hagadá, mientras se idean la Biblia, la Cábala, la Sefirot (o las emanaciones de Dios) y el Zóhar, entre otras obras principales, a la par que se recoge la tradición oral y aparece la liturgia judía, el Núsaj, en la que se rinde honores dirigiéndose (mediante el canto) a Dios.
Esta producción es especialmente fértil en Occitania y en Egipto y Crimea. Es un proceso de transición hacia la constitución política y judicial de los estados europeos, con sus consejos y sus fondos documentales. Todavía no existen las instituciones parlamentarias y administrativas adecuadas, y se vive un culto ceremonial con raíces ancestrales que adoran a Dios. La comunidad judía es el brazo derecho de los gobernantes, y vive en las zonas principales de las urbes.

Ramon Llull crea una ingente obra filosófica, teológica, alquímica y científica, escrita en catalán, árabe y latín, que deviene el máximo referente de la Edad Media oficial. Se dedica al proselitismo cristiano, especialmente entre judíos y musulmanes, en una etapa de intenso debate interreligioso en toda la cuenca mediterránea, motivo por el cual viaja por las cortes reales y sacerdotales de Europa y Oriente Medio. Crea un sistema para convertir, mediante el raciocinio, a todos los creyentes de Dios alrededor de la doctrina cristiana, convencido que la razón es única y universal, y el cristianismo es su mejor versión. Su posición es la de una lucha intelectual, pero a su vez es también guerrera. Según indica Ramon Llull (1988, p. 174) el oficio de clérigo se equipara al de caballero. Llull (1988, p. 173, 216) lo expresa con estas palabras:
Offici de cavayler és matenir e deffendre la sancta fe cathòlica, per la qual Déu lo Pare tremès son Fil pendre carn en la verge gloriosa nostra dona sancta Maria, e per la fe a honrar e a montiplicar sofrí en est món molts trebayls e moltes ontes e greu mort. (...) A cavayler se cové que sie amador de bé comú, cor per comunitat de gens fo eleta cavaylaria, e bé comú és major e pus necessari que bé special.3
La autoridad que se defiende es, pues, la de Dios, como símbolo de un poder que tutela los poderes en el cielo y la tierra y promueve el bien común. Las órdenes de caballería, dirigidas a la protección de la fe, acumulan bienes, autoridad y poder y, con ellas, se reordenan los ejércitos en Europa en nombre de la fe en Dios. Es el germen de la colonización y, luego, de la manipulación de la historia, sin la cual es imposible dejar escrita la máxima autoridad de Jesús. Pero, a su vez, es el desafío que ha quedado escrito en el libro de la Revelación, el Apocalipsis. El Rex Bellator, o “Rey Guerrero”, es el caballero que, en nombre del ángel de Jesús, refundará Jerusalén.
Llull muere el año oficial de 1313, es decir los años 1423, 1498 y 1683 alternativos, de modo que llega a vivir la empresa de Cristóbal Colón. Por esta razón está documentado que Llull viaja en una nave (regresando de Túnez) con un marinero llamado Colom (es decir, probablemente el descubridor Colón) (Ulloa, 1927).4
Contextualizados Llull y Colom, la secuencia de hechos reconstruidos continúa.

Antes, tiene lugar la disputa definitiva entre Aviñón y Roma, y entre el judaísmo y el cristianismo:

Es decir, la historia de estas disputas contra los judíos, que empieza en el año oficial 1263 (que es el 1633) y termina el 1679, dura 46 años. Respecto a ello, destaca la Disputa de Tortosa, en la medida que es el último episodio antes de la renuncia del Papa Luna al poder de Aviñón, y representa el traslado de todos los poderes a Roma.

La nueva orden jerónima se crea en Aviñón, en el año oficial de 1373 (1448 y 1633 alternativos), y participa de la intrusión de los nuevos poderes que pasan a gobernar la península ibérica, procedentes de Oriente (que la historiografía oficial ha convertido en los Trastámara). Es decir, echando una mirada hacia atrás, se crea justo cuando se zanja la disputa de Barcelona, el año oficial de 1263, que también es el año 1373 (según la variante judaica X-260).5
Con la labor jerónima y la Santa Inquisición se consuma el fin del modelo gnóstico cátaro y bogomilo, y se idea mejorar el icono de Jesús asimilándolo al Buda, a la par que se concibe una nueva Biblia cristiana y empieza con ellos la estigmatización judía. Buda y Jesús tienen biografías similares, porque son el fruto de un proyecto común, y se desea unirlos. Por esta razón, los jesuitas son bien recibidos, inicialmente, en la China y el Japón, a la par que existe la conciencia de ser un proyecto común asociado a la gloria de un mismo linaje. Los jesuitas son la evolución lógica de la obra jerónima.

Los judíos son llamados a aceptar el cristianismo, y muchos de ellos se trasladan a Roma, para de este modo coordinar la transición a este nuevo escenario con el liderazgo de un papa reforzado, que pasa a asumir los poderes globales del Preste Juan.

Luego, se toma el control relativo de Grecia:

Por esta razón, en Grecia (y en Bulgaria) todo el mundo recuerda todavía la crueldad de los catalanes, porque es reciente. Acorde con esta reconstrucción, coincide con la llegada de los poderes de los Borja a Gandía. En el año oficial de 1483 (en el 1668 alternativo), Rodrigo Borja adquiere el título de duque de Gandía, quien lo traspasa a su hijo Pedro7. Antes se ha ocupado Nápoles, venciendo a los Anjou, y empieza una disputa militar italiano-catalano-francesa. Se rompe definitivamente la alianza entre Oriente y Occidente, y el Templo de Salomón entra en crisis. Empieza la guerra colonizadora y una gran disputa por su liderazgo en toda Europa.

Esta es la esencia alternativa que ofrece la línea X-185 con la variante judaica X-260. En la Figura 31 se detallan los principales eventos, y su correlación entre ellos, con los saltos de 185 años (con los sub-saltos de 110 y 75, que sumados dan 185) y 370 años.8



Figura 31. Disputa interreligiosa judaísmo-cristianismo (1633-1725)
. Fuente: elaboración propia.


Recapitulando, de acuerdo con esta reconstrucción básica, se comprende mejor la afinidad catalana con la judía, y la visión hostil que tiene de ellas la Santa Inquisición, castellana y borbónica9. Pero se comprenden otras cuestiones de mayor calado. Tras la Disputa de Barcelona se crea la Orden de San Jerónimo, cuya misión es escribir la Biblia al latín, y con ella se construye al personaje histórico de Jesús. Luego (no antes), Ramon Llull concibe el proyecto Rex Bellator, con la autoridad catalana, italiana y romana, que acaba por reconstruir la Orden del Templo de Salomón en la forma de la Orden de San Juan Bautista, con la cual se empieza el proyecto colonizador europeo. Éste proyecto es precedido de la culminación de un intenso debate teológico, en el cual cabalistas y filósofos de distintas tradiciones compiten, sin ser ésta su intención, por transcender a Dios y su autoridad sobre todos los hombres de fe, sumándole el conocimiento en su máxima dimensión racional, científica e intelectual. Luego, tras esta cima filosófica, se crea otro escenario, en el cual ciencia, teología y filosofía se bifurcan, tal y como reconoce la historia oficial, a lo largo de los siglos dieciséis y dieciocho. Pero, en realidad, todo es mucho más intenso.
Tras casi medio siglo de disputas interreligiosas (y militares), se llega a un acuerdo. Se concibe la Compañía de Jesús y el macro-proyecto de reconstruir la historia mundial, para acabar de entronar la gloria de Jesús, de Roma y (como colofón) de Europa. Y esta compañía substituye la obra de San Jerónimo, y la dota de la vocación misionera de Ramon Llull, mediante una grandiosa historia que le acaba de dar sentido. Por esta razón, y no por otra, Cristóbal Colón informa (oficialmente) del proyecto colonizador a los Reyes Católicos en el monasterio de Guadalupe de la Orden de San Jerónimo (de Extremadura), en el año oficial de 1486 (año 1671 alternativo), y, (oficialmente) del “descubrimiento” en un monasterio de esta orden (en el Valle de Belén de Badalona, junto a Barcelona), es decir, en San Jerónimo de la Murtra, el año oficial de 1493 (año 1678 alternativo).
Con lo cual, a modo de reflexión final, existen muchas razones para sospechar que la Compañía de Jesús, la Santa Inquisición Española y la Orden de San Jerónimo estén detrás de la recomposición integral del texto sagrado. Es decir, la Biblia, en su actual mapa cronológico.

 

 

1 Ver la Figura 25.

2 Ver el apartado “La evidencia de la invención de la historia del Reino de Aragón”.

3 Texto escrito en catalán antiguo. Traducción al castellano por parte del autor: "Oficio de caballero es mantener y defender la santa fe católica, por la que Dios Padre transmite a su Hijo tomar carne en la virgen gloriosa nuestra santa María, que por la fe de honrar y a multiplicar sufrió en este mundo muchos trabajos y muchos otros y grave muerte. (…) A un caballero conviene ser amante del bien común, corazón para la comunidad de gentes y para la caballería, y el bien común es mayor y más necesario que el bien especial”.

4 Esta información, en la que Llull navega con un Colom, según documenta Luís Ulloa en 1927, está resaltada por el historiador independiente Jordi Salat, quien resalta también que a ambos se los ha querido hacer franciscanos. Fuente: https://vernaclistes.blogspot.com/2009/03/colom-llull-ulloa-i-la-cabala-cristiana.html [Consulta abril de 2020].

Son los poderes vascos de Navarra, de los cuales nacen Castilla y Aragón, y estos pasan a controlar a León y a los reinos catalanes, hasta someter al reino nazarí de Granada y ocupar el control de Gibraltar y el norte de África. Se trata de una epopeya exitosa que llega a tomar el control de Francia y de España, en nombre de los Borbón (siglos dieciséis y dieciocho oficiales). El primer Borbón francés fue antes rey de Navarra. En este sentido, adquiere valor la tesis de Alexandre Eleazar (1985), que hace del vasco un pueblo poderoso que gobierna desde Siberia hasta Aragón.

6 Por esta razón, la primera etapa colonial tiene símbolos considerados catalanes (que aparecen en los mapas de la época), y por la misma razón, tras su castellanización forzada, se ha borrado todo rastro de ello, en los libros de historia y en todos los archivos. Los mapas también se destruyeron, pero se conservaron algunos en la clandestinidad, que ahora custodian archivos y bibliotecas de fuera de España.

7 Resaltar que el primer duque de Gandía es el conde de Ribagorza, 8 décadas antes, y que, según la variante judaica X-260 es contemporáneo a los poderes de los Borja.

8 A modo de curiosidad, se da el caso que en el año oficial de 1453 se pone fin al Imperio Griego, y esta fecha dialoga con el 1713 (el Tratado de Utrecht), 260 años después.

9 En base a este planteamiento, ante la evidencia de que, por lo general, se ha mantenido una identidad sefardí esencialmente castellana, se plantea la idea de que hacer el pueblo sefardí eminentemente castellano ha sido un modo de condenar a su catalanidad, como una estrategia para combatir la adulteración de la historia global que se acuerda en el Tratado de Viena de 1725. Es decir, se persigue al judaísmo y al catalanismo, y a su historia común, y se ha conseguido (casi) desvincularlos del todo.